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Decepcionante corrida de los toros de Juan Pedro Domecq

Última corrida de abono

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  • José María Manzanares no pudo sacar partido a los dos toros de su lote aunque sí estuvo acertado con los aceros en su segundo, lo que le valió el Trofeo a la mejor estocada de la Feria 2010. -
  • Los diestros no cortaron ninguna oreja
Con tres cuartos de público en los tendidos se celebró la última corrida de abono, lidiándose reses de Juan Pedro Domecq, bien presentados, flojos, descastados, faltándoles la esencia que debe tener un toro bravo para el prestigio de la plaza de Algeciras, siendo pitados los seis en el arrastre.

A la muerte del quinto de la tarde, como instaurara el ex alcalde andalucista Patricio González, sonó el Himno de Andalucía con la plaza puesta en pie, siendo lo mejor y lo más emocionante del festejo. Es una verdadera pena que la inmensa mayoría de los asistentes desconocieran la letra de nuestro himno. Algún día se la aprenderán, porque ya debería ser obligatoria en los colegios.

José Antonio Morante de la Puebla, obtuvo palmas en su primero y saludó desde el tercio en su segundo. José María Manzanares, saludó en el tercio en el primero así como desde el segundo. Por su parte, Cayetano Rivera Ordoñez obtuvo palmas en su primero y silencio con el que cerró plaza y feria.

El público salió del festejo totalmente decepcionado por el pésimo juego de los toros, en una corrida de toreros artistas que había despertado gran expectación.

El festejo fue presidido una tarde más por Andrés Cerrillo, siendo asesorado taurinamente por Conrado Gil Belmonte. Hay que destacar la buena labor desempeñada durante todo el ciclo por los torileros y corraleros en los encajonamientos de cada mañana tras el sorteo, siendo dirigidos por Pedro Ojeda.

Espadas
José Antonio Morante de la Puebla, a su primero número 78 de 474 kilos de nombre Fantasía, lo toreó a la verónica con mucho embrujo, suave, marcando los tiempos y ganándole terreno llevándolo hasta la boca de riego, siendo jaleado y muy aplaudido. En el caballo descabalgó al varilarguero. La faena de muleta la comenzó a media altura ayudando al toro pero flojeó al sacarlo a los medios. Lo intentó por ambos pitones pero el toro estaba justo de casta, de fuerza y sin transmitir nada positivo a los tendidos. Sin pensárselo, Morante, en el centro del anillo, acabó con el de Juan Pedro Domecq de una estocada, siendo pitado el toro en el arrastre y recibiendo Morante algunas palmas desde el callejón.

A su segundo, lidiado en cuarto lugar y de nombre Hopeo, marcado con el número 18 y de 482 kilos, Morante lo intentó con el capote a la verónica pero el de Domecq tenía menos gas que una gaseosa sin tapón. En el caballo se dejó pegar, flojeando de los cuartos traseros, siendo protestado con palmas de tango. Sin embargo, el presidente Andrés Cerrillo, cambió el tercio. En la faena de muleta, Morante salió con muchas ganas, flexionando las rodillas, dándole un buena tanda por la derecha pero fue desarmado. Prosiguió en una faena larga y voluntariosa, que intentó sacarle lo poco bueno que llevaba en las tripas este toro, porque protestaba y tenía una embestida incierta por la falta de fuerza, siendo pitado en el arrastre. Falló con los aceros y el amable público le obligó a salir al tercio para saludar.

A José María Manzanares le tocó en suerte el lote compuesto por el número 88 y el 12, echando por delante al de mayor guarismo, de nombre Modistillo, con el que estuvo muy aseado, toreándolo a la verónica y con los pies juntos, siendo aplaudido y flojeando el toro. En la faena de muleta, la comenzó con la derecha a media altura, quedándosele corto, pero la siguiente tanda fue mejor sonando la música. Le dio espacio para que se recuperara y a pesar de ser un melón dulce y noble le fallaban las fuerza. Pitos al toro y ovación y saludo a Manzanares desde el tercio.

En el quinto de la tarde, lo lanceó pero se comportó el animal similar al resto de sus hermanos de camada. En el caballo no se agarró el picador con el palo y fue descabalgado. Con la muleta el toro demostró ser otro gaseoso más, queriendo embestir pero sin poder al carecer de fuerza y encaste. Manzanares lo intentó por ambos pitones, y tras finalizar con él, fue ovacionado y saludo desde el tercio, siendo pitado el toro en el arrastre.

Cayetano Rivera Ordoñez no tuvo suerte en Las Palomas porque a su primero número 81, tras la larga cambiada con la que lo recibió salió suelto, prosiguiendo veroniqueándolo y rematando con media. En el caballo, el toro fue protestado al arrastrar los cuartos traseros. Protesta que prosiguió en la faena de muleta siendo más sosa que un guiso sin sal. Lo mejor, la estocada echándose el toro, que fue pitado en el arrastre mientras que el torero recibió unas palmitas en el callejón.

Cerró plaza y feria Cayetano con el número 37, Grabador, resultando más de lo mismo sin haber sucedido entre toro y torero algo digno de mencionar. El toro fue pitado en el arrastre y silenciado el torero.

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