El Sindicato Médico de Sevilla (SMS) ha alertado este jueves de una "nueva agresión" a un médico en su puesto de trabajo. Los hechos, según el relato del sindicato, se produjeron el pasado 20 de junio contra una doctora de familia en el centro de salud Nuestra Señora de las Nieves de Los Palacios y Villafranca. La agresora, una paciente treinteañera, acudió al centro de salud a las 14,20 horas solicitando ser atendida de urgencias porque, tras una semana de tratamiento para un proceso infeccioso de vías respiratorias altas, no apreciaba mejoría, ha detallado el SMS en una nota de prensa. "¡Ahora tú vas a hacer lo que yo te diga!", le llegó a gritar en "tono amenazante" a la doctora.
¡Me estoy quedando con la cara de todos! ¡Con tu cara también me quedo y, si te equivocas por no hacer lo que yo digo o me das otra vez el antibiótico que ya me he tomado, la vas a cagar! ¡Todos los médicos de este centro la vais a cagar!El sindicato ha recordado que está repatiendo entre los facultativos dispositivos de alarma personal para que los lleven encima mientras trabajan y puedan dar aviso si necesitan auxilio. "El SAS parece que no lo considera necesario, pero nosotros lo vemos imprescindible, y así nos lo hacen saber los profesionales cuando se los entregamos", ha asegurado la organización. El SAS ha replicado que en la provincia de Sevilla ha instalado más de 7.000 dispositivos de seguridad entre cámaras, timbres, interfonos y software antipánico, entre otras medidas.
En relación a la última agresión, la presunta agresora mientras aguardaba a ser atendida se mostró "irascible" y con un "comportamiento poco tranquilizador" para el resto de los usuarios y profesionales que en esos momentos estaban atendiendo a otros pacientes. Durante la espera para ser atendida, el "tono amenazante" hacia los profesionales y el sistema sanitario "fue creciendo de tal modo" que, cuando entró en la consulta, la médica le tuvo que "aconsejar que se calmara" ya que, de lo contrario, "resultaba imposible entender cuál era su problema". Le indicó que pasara a la zona de exploración.
A partir de ese momento, según continúa relatando el Sindicato, la presunta agresora comenzó a "elevar el tono, vociferando y amenazando con gestos que acercaban cada vez más sus manos a la cara de la facultativa, profiriendo insultos" y frases como "A ver, llevo una semana sin poder trabajar. ¿Quién me la va a pagar? ¿Lo vas a pagar tú?"; "Ahora tú vas a hacer todo lo que yo te diga y si no lo haces o te equivocas, te denunciaré por no atenderme como yo te digo"; "¡Que os den a todos! ¡Me estoy quedando con la cara de todos! ¡Con tu cara también me quedo y, si te equivocas por no hacer lo que yo digo o me das otra vez el antibiótico que ya me he tomado, la vas a cagar! ¡Todos los médicos de este centro la vais a cagar!".
Ante los "gritos amenazantes", acudió en auxilio de la facultativa una de las médicas que estaba trabajando en el centro, avisándole de que el incidente ya se había puesto en conocimiento de las fuerzas y cuerpos de seguridad. Gracias al personal tanto sanitario como de gestión y servicios, así como a la colaboración del resto de pacientes, se pudo conseguir que la agresora abandonase el centro.
Miembros de la Guardia Civil se personaron transcurridos alrededor de quince minutos. A pesar de no poder levantar atestado presencial de lo ocurrido, insistieron a la doctora en la necesidad de que procediera a denunciar los hechos al día siguiente. El "estado de shock" en el que se encontraba la facultativa agredida "le impidió continuar atendiendo a sus pacientes, reanudando su labor asistencial pasadas unas cuatro horas, siendo asistida por la directora del centro".
No nos cabe la menor duda de que el aumento progresivo de la presión asistencial en los últimos años está condicionando de manera alarmante el aumento de episodios agresivos por parte de la población atendida. La no sustitución de ausencias de profesionales médicos, tanto por bajas como durante las necesarios periodos de descanso tras guardias o durante las reglamentarias vacaciones anuales, pone en riesgo a los que se quedan y acumulan el trabajo de los ausentes", ha argumentado el Sindicato.