El pasado domingo fue un día grande para el deporte onubense y la ciudad se echó a la calle para apoyar al Recreativo de Huelva que logró, a duras penas, subir a la categoría de Primera RFEF con un empate ante el Cacereño, resultado suficiente para que las 21.000 personas que acudieron a la cita celebraran con efusividad dicho ascenso y lo festejaran hasta altas horas de la madrugada. Aún con dicho logro, en esta ciudad nunca se está contento con nada: ni cuando se pierde, ni cuando se gana. Se leen las quejas en las redes sociales cuando el estadio de futbol está vacío y de igual forma, las críticas son escritas cuando no queda ni un asiento libre.
Desde hace años el Recreativo de Huelva ha sido motivo de polémicas constantes por unas cosas o por otras, sin soluciones aparentes que visualicen una salida a corto plazo de la situación en la que se encuentra o se encontraba, creando desmotivación y desapego en el aficionado. Hoy, el Decano del Futbol español, pese a quién pese, supera su etapa negra y vuelve a la ‘pomada’ creando cierta expectación en la ciudad, abarrotando el estadio y aportando ese apoyo necesario que motive a los jugadores.
Ahora llegan los de siempre, por suerte no son todos, que recriminan la asistencia al estadio en este día tras el partido, apelando a la soledad en los peores momentos del Decano, sin valorar el esfuerzo de aquellos que han participado activamente en las gradas en este día. Da la sensación de que buscan su protagonismo entre los miles de aficionados. Los recreativistas más fervientes deberían estar contentos y satisfechos por la respuesta que Huelva ha mostrado con y para el Recreativo, aunque sea solo en este día, como ya hizo en otros momentos de esta triste historia que ha vivido. Quizás, las criticas deberían ir encaminada a los responsables por no lograr conectar con la ciudadanía y no crear ese sentimiento de pertenencia necesario que existe en otras localidades.
Cierto es que el recreativista “muere por el club”, así lo he oído cientos de veces, pero el Decano, para seguir avanzando y superando las adversidades necesita más seguidores, más compromiso y mayor afición si se espera que esté en las categorías de nivel y luchando por puestos superiores. Es por ello que las críticas no creo que beneficien al equipo, al club ni a la ciudad en general, es más, es un error absurdo que vuelve a enfrentar a los onubenses. Deberíamos aprovechar estos momentos de gloria para fomentar y potenciar la participación y sobre todo, agradecer, siempre, la poca o mucha asistencia de aquellos que con su tiempo ponen su granito de arena.
