La expresidenta del Parlament Laura Borràs ha acusado este viernes a la Mesa de la cámara de haber "aplicado la represión de forma proactiva" al retirarle ayer su escaño.
Borràs perdió ayer 1 de junio el acta de diputada, tras desestimar el Tribunal Supremo (TS) el recurso de medidas cautelares que había presentado la cámara, que elegirá nuevo presidente el viernes 9 de junio.
La también presidenta de JxCat fue condenada a 4 años de prisión y 13 de inhabilitación por el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña por los delitos de prevaricación y falsedad documental cuando dirigía la Institución de las Letras Catalanas (ILC).
En declaraciones a Catalunya Ràdio, Borràs ha afirmado este viernes que la decisión de la Mesa "es mucho más que un error" porque "vulnera los derechos de los electores", y lo hace convirtiéndose "en un actor de la represión" y "en un contexto de represión".
"El Parlament va desnudo. Es un Parlament genuflexo", ha espetado Borràs, que ha dejado claro que continuará presidiendo JxCat a pesar de la decisión de la Mesa.
NIEGA QUE JXCAT YA ESTÉ BUSCANDO SU RELEVO EN EL PARLAMENT
Además, Borràs ha negado que su partido ya esté buscando un relevo para la presidencia del Parlament: "En ninguna instancia del partido que presido se está planteando ningún nombre", ha dicho.
Ayer, la vicepresidenta de JxCat Aurora Madaula, próxima a Borràs, aseguró en una rueda de prensa que la dirección del partido "escuchará" la propuesta que haga la presidenta sobre cómo proceder tras la retirada de su escaño.
Hoy, Borràs no ha querido entrar a valorar si la alcaldesa de Vic (Barcelona), Anna Erra, situada en el sector pragmático del partido, sería un buen relevo en la presidencia del Parlament.
Pero sí que ha dicho que el dirigente de Demòcrates de Catalunya Antoni Castellà, que entrará como diputado tras la retirada del escaño de Borràs, será "un magnífico diputado" y, en consecuencia, sería "un magnífico presidente del Parlament".
Castellà es uno de los líderes de Demòcrates, escisión independentista de la extinta Unió Democràtica, y en los últimos años ha ganado posiciones en el Consejo de la República, organismo parainstitucional que preside desde Bélgica el expresidente Carles Puigdemont.