Aunque no debería de extrañar en este nuevo PP rajoyista, a falta de pocos meses para las elecciones europeas, el Partido Popular no tiene aún candidato oficial para una cita electoral que va a ser clave para el futuro de Mariano. Sobra decir que, debido a esto, Rajoy no va a proponer a quien considere mejor para defender los intereses de España sino a quien considere mejor para apuntalar un poco más su poltrona genovesa. Es verdad que en las últimas elecciones para el Parlamento europeo la participación fue realmente escasa, por no hablar del famoso referéndum europeo, pero digo yo que, por lo menos, los españoles nos merecemos la deferencia de que Rajoy nombre al candidato popular aunque sea meses después de haberse conocido el del PSOE, el dicharachero Aguilar. Quizás Mariano espera al último segundo del último minuto del último día, para desvelarnos al afortunado, como ya hizo con el nombramiento de la extraordinaria Soraya, contrarreloj para que nadie pudiese armar demasiado jaleo.Precisamente sobre esto se han pronunciado últimamente dos políticos peperos tan distintos pero ahora tan iguales como Vidal Cuadras o Ana Mato, ambos eurodiputados aunque la última ascendida a la derecha del Padre Popular. Y los dos coinciden que Mayor Oreja es un candidato extraordinario, pero el primero se muerde la lengua esperando ver el veredicto de las urnas y la segunda elogia a Rajoy sin disimulo y hasta humillándose públicamente diciendo que a ella no le toca opinar sobre el candidato, por si acaso sus elogios a Mayor no sintonizan con la estrategia del puro. Pues hombre, Ana, si a ti no te toca como vicesecretaria de Organización del partido opinar sobre una cabeza de cartel electoral, ya me contarás qué haces ahí entonces. Hacerle la pelota a Rajoy y comerte los cambalaches de Arenas, recuerda Barcelona, vale, pero aparte de eso tendrás que hacer algo más.
El problema es que Rajoy tiene un dilema que aún no sabe cómo resolver. Por un lado con Mayor Oreja en Europa tiene una preocupación menos en España. Pero, ¿y Gallardón? No podemos olvidar esas declaraciones a el Mundo cuando habló del “líder natural” como candidato a la Moncloa cuando llegue el momento. Ese líder natural, sin conservantes ni colorantes, que querría ser el, por supuesto. ¿Lo mejor para España? Mayor Oreja. ¿Lo mejor para Rajoy? Gallardón.
Y como ya sabemos que Mariano se quedó porque se lo pidieron muchos compañeros de partido –Arenas y Camps– y porque era lo mejor para el PP y para España, pues mandará a Mayor Oreja. ¿O no?