La Semana Santa es época de fervor, pasión, devoción, respeto y penitencia, pero también un buen momento para derrochar solidaridad en favor de causas nobles que lo merecen. Ese fue el caso de la organización no gubernamental Rally Solidario, una asociación sevillana que durante todo el año recauda, selecciona y clasifica, ropa, zapatos, material escolar y alimentos no perecederos, con el fin de entregarlo a los más necesitados en tres ediciones anuales coincidentes con la Navidad, la Semana Santa y el verano.
La particularidad estriba en que las personas que se sumaban al Rally no participan en ninguna competición, sino que componían una caravana en formato ruta 4×4 solidaria donde todos los equipos marchaban unidos, sin dejar a nadie perdido o detrás. En este mes de abril, el reto de Rally Solidario era llevar ropa, juguetes, material escolar y material higiénico-sanitario a los niños de aldeas aisladas de Marruecos. Y en ese contexto es donde apareció la participación de dos facultativos que desarrollan su trabajo en Puente Genil: Inmaculada López, médico de familia en el Centro de Salud Puente Genil II, y Eduardo de la Torre, médico rehabilitador del Hospital de Alta Resolución de Puente Genil. Ambos no dudaron en sumarse de inmediato a la iniciativa y contactaron con los responsables de la expedición para formar parte de los 55 vehículos y 5 motos que del 2 al 8 de abril han recorrido Marruecos guiados por la causa.
En el caso de Eduardo, su equipo era de lo más familiar, ya que lo componían su hermano, que también es médico, su hermana, enfermera; y la novia de su hermano, abogada, con el apoyo logístico de su cuñado, que viajó en moto.
Los días previos a la salida estuvieron repletos de preparativos. «Nos han patrocinado Medi, Amgen, Lacer y Clínica Valledental de Lucena, pero el 90% de los gastos del viaje corrieron de nuestro bolsillo, sólo un 10% hemos conseguido recaudar para comprar artículos de papelería y colores para los niños», explicó Eduardo, quien confía en que con la visualización de esta iniciativa se pueda llegar en próximas ediciones a más sitios y, por ende, ayudar a más personas que lo necesitan.
Tras cruzar de Algeciras a Tánger, afrontaron varias etapas con Midelt, Rachidia, Erfoud, Merzouga, Ouarzazate y Casablanca como puntos de referencia. «Ver la cara de los niños pequeños ha sido una experiencia increíble, pero la vida allí es durisima, no hay ni luz ni agua en las casas, las mujeres tienen que lavar la ropa en el río, y las condiciones de supervivencia, en general, son muy complicadas», explica el médico sorprendido por lo complejo del escenario en el que se ha movido una expedición que regresó finalmente a España el pasado fin de semana tras una maratoniana última jornada donde tuvieron que aguardar seis horas en el puerto de Tánger antes de embarcar de camino a nuestro país. Ha sido una Semana Santa muy diferente para ellos, una gran aventura en forma de experiencia solidaria para llevar sonrisas, cariño y ayuda a gente que realmente lo necesitaba. Ha merecido la pena.