El próximo lunes tendrá lugar el pleno extraordinario en el que la oficina del Defensor de la Ciudadanía de Arcos presentará su memoria anual. El Defensor Pepe Salas encara esta cita con el mayor ánimo posible a pesar de la importante carga de trabajo que ha soportado durante el último año, aunque la exposición comprende exclusivamente lo acaecido en 2022. En esta dirección, la institución reedita prácticamente las quejas de años anteriores, que pasan inevitablemente por la dudosa calidad del agua potable, el estado de las redes de saneamiento en el casco antiguo con el consiguiente problema de filtraciones y daños a las viviendas, los ruidos en la vía pública, las inundaciones en El Santiscal y otros derivados de la servidumbre en parcelas privadas de la misma barriada, así como las relaciones en sí entre la vecindad de Arcos y el Ayuntamiento que no siempre son las más deseables. En más de un caso, son quejas endémicas de la población a las que no se habría hecho frente en algunas situaciones en los últimos cincuenta años.
El Defensor cita como endémico precisamente el problema de la calidad del agua potable, el cual se podría ver agravado en próximos años como consecuencia de la sequía y, en este sentido, el agotamiento del acuífero arcense. Ello, según Pepe Salas, requiere tomar medidas con vistas al futuro.
Eso sí, la memoria del Defensor de este año, a diferencia de anteriores, coincide con unas elecciones municipales, lo cual no es óbice para que el informe sea lo más objetivo posible, explica el propio Defensor, que recuerda que no es su objetivo “imputar” a nadie esta serie de problemas, sino “constatar la realidad” con la intención de mejorar esas situaciones, “para que quien gobierne tenga tajo donde trabajar, y en Arcos hay mucho tajo”.
La memoria de la oficina dejará constancia un año más de aquellas situaciones motivo de queja ciudadana que han encontrado una resolución durante 2022, sea positiva o negativa, lo cual promete una relación muy amplia. En todo caso, durante el citado año no se ha apreciado un aumento del número de quejas ciudadanas. Se han aceptado a trámite 34 quejas de las 82 presentadas, ya que algunas de ellas no afectan a la administración municipal y sí a otras administraciones públicas. Algunas han sido resueltas y otras están en trámite.
En octubre próximo el Defensor de la Ciudadanía terminará su mandato. A partir de ahí es el Pleno el que decidirá su continuidad o el cese, lo cual queda perfectamente estipulado en los estatutos que fueron modificados recientemente. No obstante, Pepe Salas recuerda que con la creación de la figura del Adjunto, en este caso, Francisco Venegas, queda cubierto su trabajo en caso de ausencia por los motivos que sea. Salas alude nuevamente a su edad y circunstancias personales para no confirmar su continuidad. Estos meses serán este sentido clave para dilucidar su continuidad en el cargo de Defensor de la Ciudadanía.
