Los hechos ocurrieron de madrugada cuando una patrulla de la Policía Local de servicio en la zona observó un vehículo que circulaba lentamente con las luces apagadas por una zona donde el alumbrado público no estaba encendido. Los agentes vieron la maniobra de los dos ocupantes del vehículo, que se apearon del mismo abriendo una tapa de registro, cortando los cables y procediendo a tirar de ellos.
En ese momento y una vez pedidos los refuerzos, los funcionarios se dirigieron al lugar donde estaban los dos individuos, siendo éstos sorprendidos “in fraganti”. Posteriormente los agentes recuperaron varios rollos de cable que ya habían sido retirados y que estaban presuntamente preparados para su transporte.