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Arcos

Urbanismo explica el ‘Arcos, ciudad amable’

Disipa temores ante la intervención y se reafirma en sus bondades para la población y para el desarrollo turístico

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  • El alcalde y el delegado de Urbanismo. -

La Delegación municipal de Urbanismo ha explicado los términos en que se desarrollarán en breve las obras del proyecto ‘Arcos, ciudad amable’, fruto de un concurso de ideas para la regeneración de espacios públicos que ganó el municipio logrando una inversión de 1,2 millones de euros.  El proyecto vendrá a impulsar según las estimaciones el desarrollo turístico, al menos así lo enfoca el Ayuntamiento, que entiende que la cantidad de coches en el recinto monumental supone un lastre para ese desarrollo, explica el delegado Juan Ramón Barroso.

El edil defiende que el proyecto beneficiará a la población porque mejoraría la accesibilidad con la semipeatonalización del centro, al tiempo de salvaguardar -dice- un patrimonio histórico que se ve afectado por el abundante tráfico de vehículos. Así, se calibra un proyecto “sostenible”cuyo aspecto más relevante es “la mejora de la calidad de vida para los vecinos del casco antiguo especialmente” por la actuación prevista en la plaza del Cabildo. “Un espacio que debe ser recuperado como icónico, céntrico y emblemático”, asevera el responsable de Urbanismo.  No obstante, también recuerda su repercusión en las calles Corredera, entre la calle Julio Mariscal y San Miguel, así como en el Paseo donde se construirá un centro de recepción de turistas.  Asimismo, el delegado ha valorado el proceso participativo desarrollado en que se han aportado hasta 17 propuestas, amén de las conocidas alegaciones.

El proyecto sufrió una modificación y en su día pasó por una comisión de Patrimonio de la Junta que dio el visto bueno tras rechazar algunas actuaciones concretas y  contemplar algunas propuestas de los ciudadanos, señala Barroso.

En la trasera del Paseo se mejorará la accesibilidad y se adaptarán nuevos itinerarios en función a la normativa para personas con discapacidad, además de montarse una marquesina con un sencillo diseño para salvar las inclemencias meteorológicas.

En la calle Corredera, fundamentalmente, se regenerará el mobiliario urbano para hacer lo más accesible -el actual mobiliario se eliminará- y se instalarán medios para sombrear la calle de cara a hacerla más agradable y soportable ante las temperaturas extremas. Con ello se espera además favorecer al comercio local, también con la consiguiente semipeatonalización teniendo en cuenta la existencia de un centro de salud.

La actuación, no obstante, afecta especialmente a la plaza del Cabildo. Desde el principio, explica el delegado, se ha tenido en cuenta el carácter patrimonial y de protección de los edificios que circundan este espacio. Habrá partes de la plaza que se conservarán, caso del arco del mirador de la peña, aunque se eliminarán las rejas del paseíllo, dejando el poyete de mampostería como asiento para las personas. Eso sí, las rejas del balcón serán sustituidas por otras “más minimalistas” y con menor peso para no dañar al propio mirador. El pavimento del mirador también se mantiene, así como el de la fachada de la Basílica. El poyete que rodea la plaza se convertirá en una especie de grada.

Ahora comienza un proceso de información a la sociedad por parte de una empresa especializada. Al tiempo, se buscan alternativas para el aparcamiento.

 

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