El índice compuesto de indicadores líderes (CLI), que sirve a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) de 'termómetro económico' para detectar cambios de tendencia, continúa señalando una pérdida de impulso del crecimiento de España, en línea con el deterioro observado en la mayoría de las principales economías avanzadas.
En concreto, el dato para España se ha situado en 97,91 puntos en septiembre, frente a los 98,11 del mes anterior y 3,83 puntos por debajo del nivel registrado hace un año.
"Los CLI de España siguen apuntando a una pérdida de impulso del crecimiento, como la mayoría de las grandes economías de la OCDE", han explicado a Europa Press desde el 'think tank' de las economías más desarrolladas.
En el caso de la economía española, las mayores contribuciones negativas provienen una vez más de la inflación, la confianza del consumidor y la evolución de los precios de las acciones, que solo se compensan parcialmente con las expansiones observadas en la matriculación y fabricación de automóviles nuevos.
En el caso de la OCDE, los CLI se han situado en 98,56 puntos, frente a los 98,77 del mes anterior, lo que apunta a una pérdida del impulso de crecimiento, algo que también es aplicable para la zona euro y Estados Unidos, cuyas lecturas han caído en septiembre a 98,32 y 9,48 enteros, respectivamente.
De este modo, entre las economías del G7, únicamente Japón, con una lectura de 100,5 puntos, ofrecía signos de crecimiento estable.