Las tres grandes fuerzas de la Eurocámara –conservadores, socialistas y liberales– respaldaron al Ejecutivo comunitario, que contará con miembros de estas tres familias políticas.
La nueva Comisión recibió 488 votos a favor, 137 en contra y 72 abstenciones, superando el apoyo recabado en 2004 por el primer gabinete de Barroso, que obtuvo 449 votos a favor y 149 en contra.
El respaldo superó también al que tuvo el propio presidente de la Comisión cuando fue reelegido el pasado mes de septiembre, con 382 votos a favor, 219 en contra y 117 abstenciones.
El principal cambio respecto a esa votación fue la postura de los socialistas europeos, que hoy decidieron apoyar oficialmente a la Comisión, cuando entonces sólo respaldaron a Barroso algunas delegaciones como la española.
“Hemos decidido depositar nuestra confianza en usted para los próximos cinco años, puede contar con nuestro apoyo si se toma en serio lo que le digo: o Europa es una Europa social o fracasará estrepitosamente”, anunció antes del voto el líder socialista, Martin Schulz.
Los socialistas, explicó, primaron la idea de lograr un “compromiso que lleve a éxitos” en Europa por encima de la de “una batalla política que no ofrezca resultados”.
Schulz, que durante los últimos meses ha sido muy crítico con la gestión de Barroso, reconoció que la decisión había sido “muy difícil” y que su grupo apoya a la CE ante la necesidad de “resultados” en la Unión y por la representación que la socialdemocracia ha obtenido en el equipo que dirigirá Europa.
Los votos socialistas se sumaron a los del Partido Popular Europeo (PPE), gran defensor de Barroso, y a los del Liberal, la tercera fuerza del hemiciclo.
En contra se pronunciaron principalmente Los Verdes, la Izquierda Unitaria Europea y los diputados antieuropeos, todos muy críticos con la Comisión, mientras que los euroescépticos que lideran los conservadores británicos optaron por la abstención.
Tras la votación, Barroso expresó su “más sincero agradecimiento” por la confianza del PE y prometió comenzar el trabajo cuanto antes.
LUZ VERDE
Con la luz verde del Parlamento, Europa supera un periodo de incertidumbre en el que la iniciativa en Bruselas ha estado frenada por la presencia durante meses de un ejecutivo en funciones, sin capacidad para proponer legislación y centrado únicamente en los asuntos corrientes.
Primero las dificultades en la ratificación del Tratado de Lisboa y después el rechazo de los eurodiputados a Rumiana Jeleva, la candidata búlgara a la cartera de Ayuda Humanitaria, retrasaron todo el proceso.
Finalmente, la sustituta de Jeleva, su compatriota Kristalina Georgieva, y los otros 26 comisarios superaron el examen parlamentario y permitieron la aprobación definitiva de la Comisión Europea.
El Ejecutivo europeo para los próximos cinco años tiene una clara mayoría de hombres (18 frente a 9), de conservadores y liberales frente a socialistas (21 por 6) y reserva los puestos de más relevancia para representantes de países grandes.
Entre ellos, la británica Catherine Ashton será la primera vicepresidenta y responsable de Exteriores; el francés Michel Barnier será el comisario de Mercado Interior y Servicios; el español Joaquín Almunia de Competencia; y el alemán Günther Oettinger de Energía.
El principal desafío del gabinete, según reconoció hoy Barroso, será sacar a Europa de la crisis y garantizar un crecimiento económico sostenible para los próximos años.