Jaén mantiene la fragua encendida con una peña que se ha convertido por su esfuerzo, bien hacer y evolución, término éste que no puede utilizarse por lo general en el tejido flamenco asociativo andaluz, en una piedra angular del arte jondo en la comarca y en la región. Desde este rincón olivarero, han manado reflexiones, conclusiones, opiniones, estudios y recitales antológicos, de los que no pasan desapercibidos porque, además, han sabido integrar su originaria singularidad familiar (entiéndase como grupo de amigos) a la Cultura, con mayúscula, de la provincia. Es por ello que sus socios no son obviados, se sobrentiende por los patrocinios, por las instituciones políticas que de forma inteligente han visto en la Peña Flamenca de Jaén, el canal oportuno para hacer llegar el cante bueno, y sus derivados, a la cima de lo sublime como grito de la tradición popular que sabe crecer a medida que lo hace el siglo XXI. Y estas cinco décadas de entrega, como bien recoge Manuel Martín Martín en el tríptico publicado para la XXXVII Semana de Estudios Flamencos, han sido valoradas por la Cátedra de Flamencología de Jerez que en 1980 le otorga el Premio Nacional a la Divulgación, o por el Grupo Cruzcampo, que hace una mención especial en 2003, fecha del veinticinco cumpleaños de la entidad, por la “difusión del género”.
Cada ciertos meses llega a cientos o miles de correo electrónicos, en formato PDF, el número correspondiente de la revista Candil, cuyas páginas recogen los testimonios de prestigiosos críticos, investigadores, musicólogos, historiadores, periodistas o escritores que hacen de esta publicación la más valorada para quienes saben de qué va la cosa. En julio de 2022, recibíamos la número 167, en la que participan, por poner un ejemplo clarividente, firmas de la talla de Luis Soler, Norberto Torres, Ángeles Cruzado o el propio Martín Martín. Para tal efeméride, de bodas de oro, la programación prevista para la semana del 5 al 9 de septiembregoza de incalculable consideración. Cinco jornadas en las que maestros, verdaderos maestros, concepto tan prostituido e irrelevante por su uso en los tiempos que corren, darán buena cuenta de lo que es el flamenco desde un prisma experimental. Ningún éxito llega del cielo, como bien saben José Mercé, Víctor Monge ‘Serranito’, Paco Cepero y Carmen Linares.
La del lunes 5, a las 21.30 horas, la inauguración va a contar con la presencia del conferenciante Manuel Martín (Premio Nacional de Flamencología) y estará dedicada a la figura de José Mercé. El cantaor que emprendió sus inquietudes musicales tanto en la escolanía de la basílica donde reposa la patrona de su ciudad como en los patios de vecino de la calle que lleva el nombre de su “apellido” artístico, es de esos que hacen lo que sienten en su discurso flamenco porque tiene las bases de la familia, del esfuerzo y el trabajo. Para tal ocasión, estará Lela Soto con Antonio Malena Hijo a modo de ilustración.
Al día siguiente, martes 6, turno para elogiar al guitarrista y compositor Víctor Monge Serranito, cuya incesante carrera será tratada por su biógrafo, músico y flamencólogo José Manuel Gamboa. Ese día pondrá su metal el chiclanero Antonio Reyes, que estará acompañado por Antonio Carrión. Importante y de justicia la incorporación de la mesa redonda del miércoles, en la que participarán ex presidentes de la Peña Flamenca de Jaén bajo la moderación de Juan Antonio Ibáñez, donde de seguro se darán a conocer datos y anécdotas de impagable valor. El jueves, el programa presenta la conferencia de Enrique Montiel, biógrafo de Camarón, articulista y productor musical que abordará la figura de Paco Cepero, compositor y guitarrista jerezano. Para tal ocasión, cante de la tierra, con Ezequiel Benítez, que irá acompañado por Paco León. Y el cierre, viernes 9, lo llevará a cabo José Luis Ortiz Nuevo, escritor e investigador que tomará la palabra para ensalzar la figura de Carmen Linares. Esa noche, recital de Joselete de Linares, Isco Heredia y Julio Romero.
