El Lunes Santo de 2022 será difícil de olvidar para la Hermandad del Cautivo de Huelva. Iba a ser la Semana Santa del regreso a las calles tras dos años en cero por la pandemia, pero será recordada como la de la gran mojada, y es que la hermandad tiró de valentía para procesionar pero le salió mal la jugada, teniendo que buscar refugio en mitad del recorrido procesional por la incesante lluvia.
Un día después, su hermano mayor, Daniel Villalba, ha dado explicaciones públicas a través del Facebook de la hermandad y no ha dudado en pedir disculpas y en narrar por qué se tomó la decisión de salir y cómo se desarrollaron los acontecimientos.
En su extensa carta, explica que “las previsiones meteorológicas para el Lunes Santo ofrecían inestabilidad, algo que finalmente se cumplió […] pero siempre de manera débil y esporádica, especialmente en los primeros tramos de la tarde”.
Villalba apunta que en los primeros tramos “la situación fue muy aproximada a la prevista”, pero todo cambia al llegar al Huerto Paco: “Es allí cuando se nos notifica la posibilidad de un nuevo frente que podría ser algo más intenso pero igualmente pasajero. La desaparición del viento hizo que dicho frente estuviera activo sobre la ciudad más tiempo del inicialmente previsto, y es ya, al alcanzar el centro de salud de Adoratrices, cuando se toma la decisión de buscar refugio”.
En ese momento, gran parte del cortejo, con el paso de misterio incluido, se encontraba en la calle Fray Juan Pérez, y se adopta la decisión de que el cuerpo de nazarenos se dirigiera a la Parroquia de San Pedro y el paso del Santo Cristo Cautivo se refugiara en la Ermita de la Soledad, algo que se repite igualmente para los tramos de la Virgen, nazarenos a San Pedro y paso de palio a la Ermita de la Soledad, aunque se llegaron a barajar otras opciones.
Una vez que la Hermandad del Cautivo estuvo refugiada al completo, es cuando se anuncia la suspensión de la salida procesional, “posponiendo el regreso de nuestros titulares para otra jornada, decisión que se toma tras la consulta de nuevos partes que no aseguran la desaparición de riesgo de lluvia para la noche, y especialmente para que los integrantes del cortejo pudieran retirarse”.
Villalba apunta que la jornada de este Lunes Santo “no fue la primera que nuestra hermandad se ha mojado en la calle y seguramente no será la última”, pues “las hermandades no están exentas de la lluvia, y más aún en casos con itinerarios tan largos”.
No obstante, afirma que todo lo sucedido “no exime de responsabilidades”, por lo que “como hermano mayor pido disculpas a mis hermanos por las decisiones erróneas del día de ayer”.
En cuanto al estado de los dos pasos de la hermandad, aclara que durante la noche un grupo de hermanos del Cautivo “han estado trabajando en el secado de manto, faldones y orfebrería del paso de palio de Nuestra Madre”. Además, se inspeccionó la imagen del Santo Cristo Cautivo y de su paso procesional siguiendo las indicaciones de varios especialistas, “sin que, afortunadamente, se pudiera apreciar ningún tipo de daño”.
El hermano mayor ha querido poner el valor “el comportamiento ejemplar de todos los integrantes del cortejo”, así como la mano tendida de las hermandades. “Mención para el párroco de San Pedro para abrir las puertas de la Mayor y dar cobijo a nuestro cortejo, así como a las tres hermandades del templo, y eternamente agradecidos a la Hermandad del Santo Entierro por cedernos su casa, toda su infraestructura y logística, así como sus manos”.
Por último, Villalba apunta que “es en los momentos de zozobra y de errores cuando más se valora el sentimiento de hermandad, en el apoyo y la unión de los hermanos para seguir trabajando, todos juntos haciendo hermandad”.