La primavera es conocida por provocar alergias y astenia debido al cambio de temperaturas y la mayor presencia de luz solar, pero también se advierten ciertas alteraciones en el cabello. En concreto, determinadas personas aprecian que, durante esta estación, comienza a caer el pelo de una manera más intensa.
Por lo tanto, una pregunta que muchos se formulan es cómo prevenir esta pérdida de cabello durante este periodo. Aunque es cierto que en algunos casos la caída puede ser un tanto alarmante, esta, por supuesto, no tiene porqué conducir a la temida alopecia androgenética.
Además, esta caída periódica se circunscribe a los tres meses que dura la estación. En cualquier caso, sí que habría que tomar medidas serias y consultar a un especialista cuando el porcentaje de pérdida se sitúe cerca del 20 por ciento.
Pero –insistimos– en que la caída de cabello obedece a un proceso natural que se explica por la necesidad de adaptación a los cambios de temperatura y ambiente. Dicho esto, es cierto que se pueden tomar ciertas medidas para atenuar esta caída o frenarla. En concreto, los expertos señalan las siguientes pautas:
- Mantener una correcta alimentación, lo cual es básico para que la salud capilar no se resienta ante un déficit de ciertas vitaminas y minerales. Así, resulta indispensable contar en la alimentación con alimentos que aporten buenas dosis de vitamina B, hierro o zinc, entre otras.
- Evitar pérdidas bruscas de peso, pues pueden propiciar la caída de pelo.
- Tomar complementos vitamínicos o usar lociones capilares que contienen principios activos como el minoxidil, que pueden detener la caída.
- Recoger el pelo en coletas o cualquier otro peinado que lo tense tampoco es aconsejable, dado que puede causar su caída. En concreto, puede desencadenar un fenómeno conocido como alopecia de tracción.
- Reducir el uso de planchas de pelo y secadores. En este último caso, es recomendable mantenerlo a un palmo de distancia, con aire frío o primera posición de calor.
- Descansar correctamente y dormir –al menos– ocho horas al día es crucial para combatir la caída. Además, así se reducirá el estrés, que también es causante de este problema.
- Tomar el sol para recibir la necesaria vitamina D. En este sentido, un estudio de la Universidad de Pittsburgh (EEUU) descubrió que su deficiencia está vinculada a algunos tipos de alopecia. En definitiva, es clave que no falte una saludable ración de luz solar.
Conviene, además, desterrar el viejo mito de que determinados gestos, como lavarse el pelo con frecuencia, favorecen la caída, puesto que no es así. Todo lo contrario, ya que no llevar una buena higiene puede afectar negativamente a la salud del cuero cabelludo y, por lo tanto, a la melena.