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La Asociación de Fundaciones lamenta las críticas a Amancio Ortega por sus donaciones

Además de "poner en entredicho y perjudicar a un sector que atiende a 43 millones de beneficiarios", como ha señalado el presidente de la AEF, Javier Nadal

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  • Amancio Ortega. -

La Asociación Española de Fundaciones (AEF) lamenta que "las críticas arbitrarias" a las donaciones, como la realizada recientemente por la Fundación Amancio Ortega a la sanidad pública, al considerar que debilitan a la sociedad civil al reducir su papel, además de "poner en entredicho y perjudicar a un sector que atiende a 43 millones de beneficiarios", como ha señalado el presidente de la AEF, Javier Nadal.

"Las críticas arbitrarias a la filantropía ponen en entredicho y perjudican a un sector formado por 9.200 de fundaciones que constituyen el 0,8% del PIB español, generan un gasto de 8.499 millones de euros, atienden a 43 millones de beneficiarios y en el que trabajan 267.000 personas", detalla Nadal.

"Un sector que se vuelca todos los días por el bien común para mejorar la situación de los más vulnerables y de las personas mayores, tan golpeados por la pandemia --añade--. Un sector que trabaja incansablemente para alcanzar la plena integración de las personas con discapacidad, para invertir en salud, investigación, cultura y educación de los colectivos más diversos, para reducir la brecha social y digital, facilitar el acceso a estudios de postgrado en las universidades más prestigiosas del mundo y fomentar la innovación y para fortalecer la cooperación internacional y defender el medio ambiente y el desarrollo sostenible".

Por ello, la AEF valora muy positivamente la donación de la Fundación Amancio Ortega para adquirir e implementar diez aceleradores de protones en Andalucía, Canarias, Cataluña, Galicia, Madrid, Comunidad Valenciana y País Vasco de acuerdo con el plan elaborado por el Ministerio de Sanidad para el establecimiento de la protonterapia en el Sistema Nacional de Salud en España.

A juicio de la AEF, si los partidos políticos buscan un nuevo contrato social, hay que contar con las miles de fundaciones y asociaciones que existen en España que integran y representan a colectivos tan diversos y plurales como los que forman la sociedad española. La institución defiende que se ha avanzado mucho en los últimos 40 años y existe el riesgo de dar un paso atrás ya que, como argumenta, el interés general no es monopolio del Estado ni de los partidos políticos.

"La filantropía, el amor al género humano, es inherente a los seres humanos. Filántropos o filantrópicos somos todos si entendemos la filantropía como una virtud o una tendencia natural a dar, a ayudar, a cooperar, que no está ligada a la capacidad económica", asegura Nadal.

"La razón que mueve a los filántropos, a cualquier persona, a realizar actividades filantrópicas, es tan sencillo como dar algo que considera bueno y necesario que está a su alcance, a los demás, a la sociedad. Esto es lo que mueve a los donantes de todo tipo, desde quienes hacen aportaciones modestas con mucho esfuerzo a quienes realizan aportaciones millonarias", enfatiza.

El sistema de protección de menores, la atención a las emergencias sociales, el sistema de becas, la atención a los colectivos vulnerables, a las personas con discapacidad, por ejemplo, no se entenderían sin la labor de las fundaciones y asociaciones, que llevan muchos años trabajando con las administraciones sin erosionar el Estado de Bienestar sino fortaleciéndolo, argumenta la AEF, que añade que el derecho de fundación para fines de interés general y el derecho de asociación son derechos de libertad que sustentan la defensa de los intereses de la sociedad.

FILANTROPÍA Y RESPALDO INSTITUCIONAL

El Dictamen sobre la Filantropía Europea del Comité Económico y Social Europeo recomienda a los Estados miembros que reconozcan la filantropía como una forma de compromiso y participación de la sociedad, que creen un espacio para la filantropía y colaboren con los agentes filantrópicos.

El texto, según la AEF, considera que mejorando la capacidad y la complementariedad de las organizaciones filantrópicas para satisfacer necesidades reales de las personas vulnerables se contribuirá a mejorar y reforzar el estado del bienestar.

La institución destaca que el golpe que la crisis de la Covid-19 ha asestado en todo el mundo ha sido y sigue siendo profundo y doloroso y o habría sido aún más de no ser por la ola de solidaridad que recorrió cada rincón del planeta, incluida España, y enfatiza que ha sido el esfuerzo colectivo el que ha conseguido que las consecuencias sociales de la pandemia no hayan sido peores.

Por todo ello, insiste en que no es tiempo de cuestionar el altruismo sino de animar a practicarlo en función de las posibilidades de cada uno.

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